Las noticias a nuestro alrededor pueden ser bastante desalentadoras. Por alguna raz贸n las noticias que se publican y tienen promoci贸n tienden a ser las negativas y las que reflejan alg煤n conflicto social. Para los medios de comunicaci贸n y para la sociedad en general las buenas noticias parecieran no ser atractivas y solamente las negativas pueden salir de la sombra de lo cotidiano para llamar nuestra atenci贸n. Desgraciadamente, el estar rodeados de malas noticias origina un ambiente negativo en el que la vida pareciera una mara帽a de conflictos que crece cada vez m谩s y a la que no se le encuentra soluci贸n por ning煤n lado. Si a esta situaci贸n le agregamos los actos de terrorismo de grupos radicales que se escudan en la religi贸n para cometer atentados deleznables contra inocentes y las posturas tan radicales de pol铆ticos y grupos sociales que impiden una sana conversaci贸n para resolver sus diferencias, es f谩cil caer en la desesperanza y la impotencia.

Los cristianos, sin embargo, estamos llamados a ser diferentes, a vivir con una perspectiva positiva y contraria a la general. Adem谩s, nuestro andar debe ser proactivo y de buenas nuevas tan necesarias como importantes para todos a nuestro alrededor. Esta actitud se deriva de algo m谩s profundo que solamente mantener una 鈥渁ctitud positiva鈥 ante la vida ya que tiene su ra铆z en el Dios creador del universo quien nos han reconciliado consigo mismo y que en Jes煤s nos han dado el ministerio de la reconciliaci贸n.

Si bien es cierto que existen problemas y conflictos sociales que son reales y preocupantes, tambi茅n lo es que mucha de la negatividad hacia los dem谩s tiene su origen en el ego铆smo que est谩 enraizado en todos los seres humanos. Todos tenemos la tendencia a ver por nuestro propios intereses y a vivir para nosotros mismos sin considerar a los dem谩s. Cristo Jes煤s, al morir por nosotros en la cruz, nos ha dado un nuevo prop贸sito de vida: 鈥測 por todos muri贸, para que los que viven, ya no vivan para s铆, sino para aquel que muri贸 y resucito por ellos鈥 (2 Cor. 5:15). De manera que, los cristianos ahora tenemos una raz贸n de vida que va m谩s all谩 de nosotros mismos y que se centra en Cristo. Esto solamente es posible porque Cristo nos ha dado una vida nueva que deja atr谩s el pasado y sus tendencias: 鈥渄e modo que si alguno est谩 en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aqu铆 todas son hechas nuevas鈥 (2 Cor. 5:17).

Dios ha tomado la iniciativa en reconciliarnos con El a pesar de nuestros pecados. Nosotros nos apartamos, pero El nos acerca y nos da una vida y un prop贸sito nuevos: Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcili贸 consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliaci贸n; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tom谩ndoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encarg贸 a nosotros la palabra de la reconciliaci贸n鈥 (2 Cor. 5:18-19). Por lo tanto, en medio de un ambiente de malas noticias y de conflictos sociales, los cristianos tenemos un mensaje de buenas noticias y de reconciliaci贸n que debemos proclamar a los cuatro vientos. Nuestra responsabilidad y servicio (ministerio) es la reconciliaci贸n primeramente ante Dios, pero tambi茅n hacia nuestros semejantes. Tristemente algunas personas piensan que el cristianismo 鈥渏uzga鈥 y se帽ala los pecados de las personas sin ofrecerles amor y comprensi贸n. Nada est谩 m谩s lejos de la verdad porque el mensaje esencial es de gracia y reconciliaci贸n. Dios toma la iniciativa y busca la reconciliaci贸n. Los cristianos debemos ser mensajeros de paz y concordia.

Por lo tanto, el ap贸stol Pablo resume nuestra posici贸n y llamado de esta manera: 鈥淎s铆 que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios鈥 (2 Cor. 5:20). Dios nos ha dado una nueva vida y ahora somos sus embajadores. Todos, sin importar nuestra posici贸n o cualquier circunstancia, representamos al Dios amoroso que busca la paz y la reconciliaci贸n entre todos los seres humanos la cual solamente se puede lograr completamente a trav茅s de la reconciliaci贸n en Cristo. Los seguidores de Jes煤s somos embajadores de Cristo en todo momento y en todas nuestra actividades. Este ministerio nunca cesa y el privilegio de representar al Dios del universo es tan grande y el mensaje tan importante que deber铆a ser nuestra prioridad suprema.

A pesar del clima negativo de nuestra sociedad, los cristianos tenemos un mensaje de paz y reconciliaci贸n. En medio de un pesimismo general, nosotros podemos exclamar 隆s铆 se puede! encontrar la soluci贸n a nuestros problemas. De hecho, Dios ya tom贸 la iniciativa en Cristo y desea la paz y reconciliaci贸n de todos. He notado que quejarse se ha vuelto una costumbre com煤n y abundan los 鈥渁nti todo y pro nada鈥 entre nosotros. Como cristianos nuestro mensaje y actitud deber铆an ser positivos y de refrigerio a los que nos rodean. Usted y yo somos mensajeros de buenas noticias. 隆Qu茅 privilegio y qu茅 necesario ministerio!

NOTE: Octavio Esqueda is among the featured columnists at , and this article was also published in Baptist Press.